
Hoy me refiero a otro Atila. Atila el rottweiler. Los que me conocéis sabéis que desde enana tengo un amor extremo por esta raza. Gracias, en gran parte, al perro de mi vecino, Boby, un rott extremadamente cariñoso y del cual guardo un genial recuerdo cuando salió al rescate un par de enanas que huían despavoridas por vetetúasaberporqué de un perro de no más de 20 cm de altura. Esta preciosidad de la derecha es Atila. Tiene una cara de ferocidad absoluta ¿verdad?
Atila ha muerto esta mañana. Lo encontraron hace una semana con un disparo a bocajarro de escopeta y la cabeza apaleada la Comunidad Amigos Pitbull de Málaga. Una fractura craneal y una herida gigantesca en la pata trasera derecha por una maldita escopeta de caza. Tenía previsto ser sacrificado el pasado martes, pero los veterinarios lucharon por sacarlo adelante y dentro de la gravedad consiguieron estabilizarlo varios días y aplazar la medida mortal. Atila luchó, como portador honroso de su nombre.

El Ayuntamiento de Júzcar se lavó las manos desde el inicio. El día que Atila fue rescatado se pidió "no remover" demasiado el tema ya que el pueblo ahora vive del turismo y una denuncia de maltrato (ASESINATO) animal no daría buena imagen. La indignación creció, obviamente, y las redes sociales se volcaron contra el pueblo que protegía y sigue protegiendo al autor. El alcalde asegura que avisó al SEPRONA y a la Protectora de Animales de Málaga. Desde la Protectora niegan haber recibido ninguna llamada o aviso. La concejala Ángeles Fernández se excusa diciendo que el disparo "no se produjo en el pueblo, es imposible, alguien hubiera escuchado algo y no ha sido así". Hay que decir que Júzcar apenas tiene 200 habitantes. 243 según el INE.

El perro fue encontrado a pocos metros del Ayuntamiento. Sé que es desagradable, pero mirad bien la herida y pensad si ese perro pudo andar mucho desde el disparo hasta donde se refugió. ¿Nadie vio nada? ¿Nadie sabe nada? ¿Nadie ha encontrado las balas?
Atila apenas tenía cuatro años. Mi perro va para cinco. Tenía pensado ir con unos amigos y mi chucho este verano a Júzcar, a conocer el famoso pueblo pitufo, comer por allí y echar una mañana agradable. Ya no. Me niego a llevar a mi perro y aún más, me niego a ayudar ni con 5 míseros euros a un pueblo en el que se cubren asesinos de animales.
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