sábado, 22 de noviembre de 2014

¿Qué quieres ser de mayor?

La semana pasada, en la clase de mis gremlins, nos pusimos a jugar a adivinar animales o frutas según su descripción (no todo va a ser dar patadas y puñetazos). Por ejemplo, si decíamos que era un animal de cuatro patas y que tenía rayas blancas y negras, ellos respondían que una cebra, o si decíamos que era una fruta verde y negra por dentro y marrón por fuera, ellos decían el kiwi. Bien, pues en una de esas dijimos que era una fruta redonda y naranja, tan obvia que todos levantaron la mano corriendo (lo de levantar la mano es pura pantomina, todos gritan a la vez lo que piensan), pero uno de ellos sobresalió entre los demás al gritar "MANDARINA". Y, ostras, es que también tiene razón y no ha pensado en lo obvio que la mayoría. Aquello me dejó pensando y recordando otros momentos en los que los gremlins te dejan cortada con su forma tan particular de pensar. Como el día que cuando le preguntamos que cuál era el número uno, refiriéndonos a un movimiento que consistía en agacharse un poco y cruzar los brazos, el chico contestó levantando su dedo índice. Nos miró pensando que debíamos ser subnormales si no sabíamos que el uno era eso.

Otro día recuerdo estar hablando con una de ellas y no sé cómo preguntándole que quería ser de mayor. Me contestó que quería curar animales, vivir en el campo, tener un perro, que su novio fuese rubio y escuchar mucha música y bailar. Veterinaria, le respondí. "No, seño, yo quiero curar animales, a lo mejor no es como un médico, a lo mejor veterinaria es irte al campo o a la selva y ayudar a los animales a vivir mejor, pero también quiero ser las otras cosas". Y tiene razón.

No eres tu trabajo. Y los adultos pecamos de definirnos a nosotros mismos así. Te presentas o te preguntan qué eres y respondes con tu trabajo. Soy enfermero, soy médico, soy peluquero, soy cocinero, soy periodista, soy funcionario. Es como si nos definiéramos por nuestra cuenta corriente o el contenido de nuestra cartera: soy 200€; soy 15€; soy 1.000.000€. O por la marca de nuestra ropa: soy Levi´s; soy Ralph Lauren; soy Bershka; soy Primark. ¿No nos parecería ridículo que alguien se definiera por su coche? "Soy BMW". En cambio, cuando alguien se define por su trabajo, lo vemos normal. Como si ese trabajo al que, en muchos casos, se odia fuera todo lo que tenemos dentro de nosotros.

¿De todos los rasgos y facetas de tu vida, tu trabajo es lo más representativo? ¿Por qué no nos definimos como lo que de verdad nos representa? "Soy viajera, los viajes me los pago con mi trabajo de dependienta, pero en esencia, soy viajera". O "soy lectora". Escritora. Animalista. Madre. Motera. Deportista. Cocinera. Fotógrafa. Bailarina. Dibujante.

Esta chica, de siete añitos, tiene más sentido común que todos los adultos del país. Ella quiere curar animales, pero tiene claro que lo que quiere que sea su trabajo y su forma de ganarse la vida no será lo que defina quién es. Probablemente tener un novio rubio tampoco, pero tampoco vamos a pedirle una respuesta de gurú.

Como decía Tyler Durden: "Veo mucho potencial, pero está desperdiciado. Toda una generación
trabajando en gasolineras, sirviendo mesas o siendo esclavos oficinistas. La publicidad nos hace desear coches y ropas. Tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia. Desarraigados y sin objetivos. No hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seríamos millonarios, estrellas de cine o estrellas del rock, pero no lo seremos. Y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados".

Nos han convencido de que solo somos, o solo valemos, lo que nuestro trabajo es capaz de generar. Y si tu gran afición no genera dinero para gastar en cosas que a su vez han generado otros, no vales nada. No vale de nada que te guste leer. No vale de nada que tu gran afición sea andar por el monte. Eres oficinista y eso es lo que genera dinero, así que eso es lo que nos interesa de ti. Así que desde pequeños nos inculcan la idea de que estamos consiguiendo lo que queremos al ir estudiando y formándonos, cuando en realidad solo nos están engrasando para que encajemos en su perfecta maquinaria. Quemando nuestras posibilidades, una a una, poco a poco, de ver más allá por una satisfacción efímera y una corta sensación de "nuestro deber realizado".


Sal del molde.

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Llámalo Al Ándalus



Al Ándalus era el territorio de la península que tenían en su poder los musulmanes cuando reinaban aquí, más o menos unos 8 siglos (que se dice pronto) hasta 1492 cuando los Reyes Católicos los expulsaron con la toma de Granada. Y jamás pensé que tendría que explicar lo que es Al-Ándalus, pero el otro día paseando por el centro con unos amigos escuché a un señor decirle a su señora que Al-Ándalus era el nombre "que los moros le ponen a Andalucía" y casi casi acabo metiéndome en su conversación. Se expulsó a muchos musulmanes, pero la mayoría se quedó con la promesa de convertirse al catolicismo (los moriscos). Según la época que busquéis (ochocientos años dan para mucho) veréis mapas de Al Ándalus distinto, pero para que os hagáis una idea os pongo una fotito con los territorios que tenían según el año.

Vale, una vez que tenemos eso claro, imaginemos que hoy, en 2014 (casi 2015 ya) y cinco siglos y pico después, los musulmanes siguen pensando que la península es su casa. Que era el hogar de sus abuelos (si nos ponemos técnicos... tataratatarabuelos como mínimo) y que España es una tierra del Islam. Imaginemos que en vez de amenazar una y otra vez con la "reconquista contra los infieles", empiezan a venir a vivir aquí. Poco a poco. Empiezan a llegar al principio con cuentagotas, abren negocios y empiezan a crear sus familias. Luego cada vez más y hay ciertas zonas de la península que ya son más musulmanas que españolas. Y cuando España quiere darse cuenta ya son un grupo de presión social fuerte capaz de plantar cara.

Seguimos. Imaginemos ahora que por alguna extraña razón EEUU decide atacar algunos de los estados musulmanes, por ejemplo Siria e Irak (OH WAIT!) y los habitantes de esos países emigran en masa buscando un país con más tranquilidad. España, por supuesto. Los españolitos nos cabreamos, nos enfadamos y dado que ni el gobierno ni los organismos internacionales nos hacen caso y frenan esa llegada masiva, empezamos a boicotear los medios de transporte. Los musulmanes se enfadan con nosotros, claro, y se organizan para ayudar a más musulmanes a llegar porque en sus países de origen están sufriendo y creen que en España podrán tener una buena vida. Así que ellos se organizan para "defenderse" de nosotros y nosotros nos organizamos para "defender" nuestra tierra. El conflicto está servido.

Además, podemos añadir un poquito de leña al fuego diciendo que, por ejemplo, a Reino Unido le conviene que haya conflicto porque tiene intereses sobre Gibraltar, así que promete ayuda a los musulmanes si ellos pueden ampliar su territorio en el estrecho. Y hace la misma promesa a los españoles (no es tan difícil de imaginar a un inglés actuando contra un español si miramos la historia).

Aprovechando esas promesas, se plantan aquí los ingleses "para mediar en el conflicto". Todos, musulmanes y españoles, los reciben bien porque piensan que vienen a su favor. E imponen una autoridad británica para decidir, ya que entre nosotros hemos sido incapaces de negociar. Y toma la decisión de Salomón. Dividir España en dos: el sur para los musulmanes y de Toledo hacia arriba para los españoles. Esas son las condiciones y no hay más que hablar.

Los musulmanes, que no tenían nada, protestan (con la boca chica) pero aceptan, y los españoles nos negamos en redondo, porque, oye, es nuestra tierra. Así que los británicos se van lavándose las manos cual Pilatos y aquí nos quedamos con la cara partida. Musulmanes se preparan para defender la tierra que le han dado y los españoles para recuperar la tierra creen es suya. Y empiezan los ataques. Musulmanes a españoles y españoles a musulmanes.

Pero ahora llega la ONU y dice que esos ataques deben acabar. Así que manda unos cuantos consejeros con orden de entender lo que ocurre aquí. Los musulmanes hablan con ellos y les endulzan la oreja. Los españoles están demasiado cabreados para tener diplomacia. ¿Y qué ocurre? Efectivamente, los musulmanes obtienen reconocimiento y se reconoce el Estado de Musulmania dentro del territorio que nosotros conocemos como España.

Así que todos los organismos internacionales y el resto de Estados empiezan a hablar de Musulmania y no de España. Negocian con ellos. Trabajan con ellos. Y en los medios ya se habla de Musulmania y sus habitantes, no de los españoles. Mientras tanto, los años pasan y los musulmanes se asientan cada vez en más territorios, echando a los españoles pasitos hacia atrás una y otra vez.

¿Cuántos de los habitantes de España tomarían las armas para "defender su territorio"? ¿Cuántos intentarían echar a los musulmanes a sangre y fuego? ¿Seríais terroristas? ¿Héroes? ¿Defensores de la patria?

Vale, ahora cambiad musulmanes por judíos, Musulmania por Israel y España y españoles por Palestina y palestinos y seguid diciendo que no entendéis cómo los palestinos pueden ser unos "terroristas". Este post va en estrecha relación con este otro.

martes, 11 de noviembre de 2014

Si Dumbo fuera real...

Bueno, lo primero es que si Dumbo fuera real habría un elefante que podría volar y, siendo sinceros, eso es lo más impactante del asunto. Sin embargo, no es a lo que voy.

Si Dumbo fuera real viviría obligado en el circo. Privado de libertad durante toda su vida y solo saldría de su jaula/caja/cadenas para el espectáculo donde sería obligado a realizar "trucos". Coaccionado a actuar como torpes humanos. Un animal fuerte, muy fuerte, reducido y acobardado por golpes y latigazos, alejado de su familia y de su naturaleza. ¿Esto es bonito? ¿Entretenido?

Jamás, JAMÁS en sus vidas van a experimentar algo tan natural como correr, jugar o brincar por placer. Y esto les trae problemas, evidentemente. ¿Cuántas veces han visto a los animales de los zoológicos caminar de un lado a otro repetitivamente? ¿Cuántas veces mecerse de atrás hacia delante? O mover la cabeza, o incluso automutilarse. 

Los animales en los circos son entrenados a base de golpes, nada de refuerzo positivo. Látigos, barras de metal, puntas de gancho, descargas eléctricas y privación de comida. Se les "enseña" a temer al entrenador para no atacar. A la mayoría de los osos se les retira los dientes y las garras. 

¿De verdad alguien cree que un animal por voluntad se pondría sobre su cabeza? ¿O montaría en bicicleta o patines? O más aún, ¿saltaría a través de un aro de fuego?

Y al primero que diga que lo hacen porque sus domadores los "quieren" y le han enseñado se lleva un golpe de remo que no vuelve a hablar con normalidad en su vida. 


Y sin embargo, cuando no están bajo "adiestramiento", no están mejor. Pasan la mayor parte de su vida en aislamiento. Encadenados. O viajando en vagones en los que apenas tienen espacio para darse la vuelta (y no hablemos ya de las condiciones de esos vagones...) 

¿Y qué ocurre con ellos cuando ya no sirven? 

En el pasado, en los circos romanos, se mataban elefantes, humanos, tigres... para entretener a los asistentes. En un pasado más reciente, era común que se enfrentara a perros con osos hasta que uno de los dos muriese. Y en la actualidad seguimos tirando cabras desde un campanario. Algún día veremos los circos y los zoos como lo que son: abominaciones

Pero claro, son animales. Imaginad por un momento que cuando vuestro hijo tenga apenas dos años, os lo arranquen de vuestra casa. Lo enjaulen, lo golpeen durante tres días seguidos para que aprenda a escuchar la voz de quien lo golpea por encima de cualquier cosa. Luego, pasen a entrenarlo con los métodos de los que hemos hablado antes. Asumid que no vais a volver a verlos. Pero podéis consolaros con que serán fruto de diversión para otros muchos que lo verán hacer "divertidos trucos". ¿No parece ni medio normal? ¿Por qué entonces sí cuando se trata de un animal? 
Los animales no son payasos. No están aquí para tu entretenimiento. Tienen EL MISMO DERECHO que tú a gozar de libertad. Por justicia, por lógica, o por esa compasión que todos deberíamos tener, no ayudes a sostener esto con tu entrada. 

¿Qué animal crees que es más feliz? 





martes, 4 de noviembre de 2014

Recuerden, recuerden

La primera vez que vi V de Vendetta, hace seis o siete años, lo de volar el Parlamento me pareció excesivo. Hoy, me parece que nuestro amigo V se quedaría muy corto.



"¡Buenas tardes, Londres! Permitid que, primero, me disculpe por esta interrupción. Yo, como muchos de vosotros, aprecio la comodidad de la rutina diaria, la seguridad de lo familiar, la tranquilidad de la monotonía. A mí, me gusta tanto como a vosotros. Pero con el espíritu de conmemorar los importantes acontecimientos del pasado, normalmente asociados con la muerte de alguien o el fin de alguna terrible y sangrienta batalla y que se celebran con una fiesta nacional, he pensado que podríamos celebrar este 5 de noviembre, un día que, lamentablemente, ya nadie recuerda, tomándonos 5 minutos de nuestra ajetreada vida para sentarnos y charlar un poco. Hay, claro está, personas que no quieren que hablemos. Sospecho que, en este momento, estarán dando órdenes por teléfono, y que hombres armados ya vienen de camino. ¿Por qué? Porque mientras pueda utilizarse la fuerza ¿Para qué el diálogo? Sin embargo, las palabras siempre conservarán su poder, las palabras hacen posible que algo tome significado y, si se escuchan, enuncian la verdad. Y la verdad es, que en este país, algo va muy mal, ¿no? Crueldad e injusticia, intolerancia y opresión. Antes tenías libertad para objetar, para pensar y decir lo que pensabais. Ahora, tenéis censores y sistemas de vigilancia que os coartan para que os conforméis y os convirtáis en sumisos. ¿Cómo ha podido ocurrir? ¿Quién es el culpable? Bueno, ciertamente, unos son más responsables que otros. Y tendrán que rendir cuentas. Pero, la verdad sea dicha, si estáis buscando un culpable, sólo tenéis que miraros al espejo. Sé por qué lo hicisteis, sé que teníais miedo ¿Y quién no? Guerras, terror, enfermedades. Había una plaga de problemas que conspiraron para corromper vuestros sentidos y sorberos el sentido común. El temor pudo con vosotros y, presas del pánico, acudisteis al actual líder, Adam Sutler. Os prometió orden, os prometió paz. Y todo cuanto os pidió a cambio fue vuestra silenciosa y obediente sumisión. Anoche intenté poner fin a ese silencio. Anoche destruí el Old Bailey para recordar a este país lo que ha olvidado. Hace más de cuatrocientos años un gran ciudadano deseó que el cinco de noviembre quedara grabado en nuestra memoria. Su esperanza era hacer recordar al mundo que justicia, igualdad y libertad son algo más que palabras; son metas alcanzables. Así que si no abrís los ojos, si seguís ajenos a los crímenes de este gobierno, entonces os sugiero que permitáis que el cinco de noviembre pase sin pena ni gloria. Pero si veis lo que yo veo, si sentís lo que yo siento y si perseguís lo que yo persigo, entonces, os pido que os unáis a mí, dentro de un año, ante las puertas del parlamento Y juntos, les haremos vivir un cinco de noviembre que jamás, jamás nadie olvidará."

Si todavía no habéis visto la película, no sé qué carajo estáis haciendo con vuestras vidas, y aprovecho para recomendarla encarecidamente dada la fecha en la que estamos y, por supuesto, el nivel de hartazgo general que ha causado nuestro querido y amado gobierno. 

Hoy, volar el parlamento no solo no me parece excesivo, sino que me parece absolutamente necesario, porque como dice nuestro amigo V "este país necesita algo más que un parlamento, necesita esperanza". Y con todas las altas esferas de todos los partidos políticos involucrados en el proceso legislativo podridas por la corrupción, no existe redención ni remedio para ellos. Solo hay  una salida, cortar de raíz con todos. Y, como han demostrado una y otra vez salvando de cumplir con la justicia a sus delincuentes propios, no podrán ser la solución mientras sean parte (cuando no en su totalidad) del problema. "Justicia, igualdad y libertad son algo más que palabras, son metas", pero para ellos, solo son palabras vacías con las que llenarnos los oídos de promesas incumplidas. 

Recuerden, recuerden, sí. Recuerden todas las ilusiones destrozadas, recuerden todas las familias sin casa, recuerden todos los jóvenes exiliados, recuerden todos los licenciados en casa de sus padres, recuerden todos los padres viviendo de las ayudas de los abuelos, recuerden todos los abuelos sin ayudas. Recuerden las ministras que no saben que tienen un Jaguar en su garaje, recuerden las que gastan miles de euros en confeti, recuerden los que se hacen trajes a medida, recuerden los que ganan miles de € al minuto por sus políticas energéticas con sobresueldos por la espalda de las mismas compañías a las que benefician. Recuerden que el Prestige fueron unos "hilitos de plastilina". Recuerden que Excalibur fue asesinado por no hacerle una prueba. Recuerden la joven que perdió un ojo por manifestarse por la educación y la sanidad pública. Recuerden los que se van de cacería a Botswana, recuerden a Granados, a Blesa, a Bárcenas, a Griñán, a Camps, a Aguirre, a Cospedal, a Cifuentes. 

Recuerden, recuerden que el pueblo no debería temer a sus gobernantes, los gobernantes deberían temer al pueblo por la sencilla razón que su poder reside en nosotros, aunque pretendan que lo olvidemos. Recuerden, recuerden. Y recuerden bien. Y tomen nota para dentro de un año, en las elecciones, tener bien fresco todo lo que están haciendo con nosotros, a nuestra costa. 

Porque la otra opción es volar el parlamento, con todos dentro y las puertas bien cerradas desde fuera. Sinceramente, es mi opción preferida.

Este post "se lo dedico a la señora Justicia en honor a las vacaciones que parece se está tomando". Y recuerden, mañana es 5 de noviembre.

sábado, 1 de noviembre de 2014

Día de Todos los Halloween

La entrada va a comenzar con algo que ya escribí anoche en Facebook.

Gente que odia Halloween porque no es una tradición nacida en España. Supongo que son los que creen que Papa Noel es de Churriana y que la Navidad se celebra porque Jesuscristo nació en El Palo. ¿Queréis saber otras cosas que vienen de América? Las patatas, el tomate y el cacao. Ale, a hacer gazpacho sin tomate, tortilla sin patatas y a ver qué hacemos sin cacao...
Seguid defendiendo una tradición que implica llorar por encima de una que implica niños disfrazados riendo y comiendo caramelos porque "es española". Nada más español que ser incapaz de convivir con otras culturas y tener ganas de ver al vecino llorando más que disfrutando.

Y que conste que nunca me he considerado defensora de Halloween. De hecho, creo que solo me he disfrazado en dos ocasiones y en las dos daba más pena que miedo. Nunca he ido casa por casa pidiendo caramelos y lo más cerca que he estado de algo así fue con unos 10 añitos, que mi amiga y yo fuimos a comprarnos 20 duros (sí, 20 duros, nada de €) de chucherías cada una para comernos en la calle. También recuerdo que aquella noche mi tía nos contó que la extraña luz que rodeaba la luna significaba que las brujas habían salido esa noche... Cuando creces te das cuenta que esa "extraña luz" la tiene siempre que la luna está llena, pero oye, el mal rato que te llevas esa noche lo recuerdas para siempre. 

A lo que iba. No celebro Halloween, pero tampoco me dedico a criticar a los que sí. Cuando yo era pequeña no había costumbre de celebrarla y se ha ido adaptando a nuestro país (con más o menos acierto) demasiado tarde para mis deseos de comer caramelos. Pero sí que he visto a críos pedir los caramelos. Y los he visto ilusionados con sus disfraces y sus bolsas por la calle, corriendo a encontrarse con los amigos para ir casa por casa a pedir algo con lo que tener una sobredosis de azúcar. Y he visto sus caras de felicidad cuando reciben algo, porque estamos poco acostumbrados a esta fiesta y todavía no acostumbramos a tener los caramelos preparados para dar a los que llamen a nuestra puerta (y me incluyo).

Entiendo que si pasas de los 30 esta fiesta te pilla más que lejos de tu forma de pensar y ver el mundo, y que si pasas de los 20 la sientes más cercana por la televisión, series y las clases de inglés del colegio/academia que por experiencia personal. Sin embargo, no me parece motivo para criticarla (hay otros muchos motivos para los que sí, por ejemplo, que lo usamos como un carnaval de octubre más que como Halloween, porque nos disfrazamos según se nos antoja en vez de algo terrorífico). 

"Es que es americana". Gran argumento. Ya lo dije antes, tenemos muchas más cosas americanas. Y añado más: los pantalones vaqueros, cualquier producto Apple, Windows, el 90% del cine, las hamburguesas... ¿No todo es bueno? Estamos de acuerdo. ¿Todo se ha ido integrando sin problemas? Por supuesto. Y Halloween lo hará, poco a poco. Supongo que le tenemos un poco de fobia irracional a cualquier cosa que venga de EEUU porque hasta donde yo sé los Reyes Magos iban a Oriente y no a Madrid a entregar regalos...

No te gusta, no lo celebres. ¿Prefieres celebrar el Día de Todos los Santos? Hazlo. "Es que es mejor acordarse de nuestros seres queridos que ya no están que comer caramelos". Bueno... Yo no necesito el 1 de noviembre para acordarme de ellos. A algunos los recuerdo cada día, a otros más de vez en cuando. Y prefiero acordarme de ellos por situaciones o recuerdos que por obligación en una fecha señalada. Pero si alguno de tus conocidos prefiere comer caramelos y salir a divertirse en vez de ir al cementerio a llorar, deja de tocar la moral. Quieres llorar, llora, pero no intentes obligar al resto del mundo a vivir bajo tu punto de vista.