martes, 30 de diciembre de 2014

Adiós #SeriesLy adiós

Ayer, definitivamente, retiraron todos los enlaces a series y películas en SeriesLy. Más que un tema preocupante como algunos anteriores en los que me cabreo porque nos cargamos a los animales porque somos unos egocéntricos y esas cosillas, es un tema que me cabrea. Que me cabrea mucho. Que me hierve la sangre en las venas. Y ahora llega el listillo de turno y suelta el famoso: "Pues ojalá mi máximo problema fuera que cierran seriesly". No es un problema, ni mucho menos, no me cabrea porque me vaya a quedar sin ver series (JÁ, desde los doce delante de una pantalla a nivel amateur dan para saber buscar más páginas de enlaces, ponle puertas al campo). Me cabrea porque me están robando en mi puñetera cara.

Sí, ROBANDO. La cosa es que hace un mes, más o menos, SeriesLy anunció que debido a las nuevas leyes blablablabla de nuestro amado líder (nanananana lídeeeeer) Mariano Rajoy y su partido de corruptos y ladrones que deberían estar ardiendo en el infierno o en su sede de calle Génova pues no podrían seguir con su actividad habitual. Vamos, que se acabaron las series y las pelis en esa web. Retiraron los enlaces nuevos y bueno, al menos dejaron algunos viejos, hasta el punto de que hace dos noches me vi Piratas del Caribe en esa misma web sin problemas. Pero ayer ya, hicieron zas y desaparecieron todos.

Todo esto viene porque nuestro oh amado gobierno no quiere que nadie se lucre del trabajo de otro (decidme que veis lo irónico que esto resulta...) y que esas webs se lucran con el trabajo de las productoras españolas y blablabla. Vale. Todas las series que veo son inglesas/americanas. Algunas de ellas nunca llegan a emitirse en España, y las que se emiten lo hacen con un año de retraso. Pregunto, si las productoras españolas no ofrecen el producto que yo quiero, ¿es delito buscarlo en otro sitio? Pues parece que sí y que además es una ilegalidad que merece el mismo castigo que violar a un niño. Literalmente.

Me parece una tomadura de pelo nivel pagar por aparcar en la calle (zona azul). Además, esta tomadura de pelo viene con bonus. Van a subir las entradas del cine (SÍ, MÁS), y claro, como han cerrado las webs estas endemoniadas hijas de Belcebú, supongo que creen que vamos a pagar 20€ por una entrada, (venga, no os quejéis, tenéis el día del espectador a solo 16€). Que, por cierto, el cine últimamente es PARA CABREARSE y mucho. 9€ por entrar a ver una película que empieza a las 21:15, pero que en realidad empieza a las 21:45 porque te han metido media hora de anuncios. Y cuando digo anuncios quiero decir anuncios publicitarios, nada de tráilers. A ver, señores, si la tele es gratuita es porque se paga mediante los ingresos publicitarios. Pá los de la LOGSE, ves la tele gratis por eso te ponen seis minutos de anuncios entre la intro de los Simpsons y los primeros dos minutos de episodio (¿es pá cabrearse o no?). Así que si me metéis media hora de publicidad antes de una película, no me cobres (al menos no tanto) por la película. Es que te estás lucrando con la publicidad y con mis nueve pavazos de entrada. Y si eres cine español con las subvenciones del Estado. Toma triple combo.

Así que el señor Bardem, su maravillosa mujer Pe y toda esa panda de "soy de izquierdas pero subvenciona mi trabajo porque no hay quien se lo fume mientras yo vivo en Los Ángeles" (sí, se salvan dos películas del cine español, pero dos de cada veinte no significa que valga la pena), presionan al gobierno, como ya hicieron unos años atrás con el canon. Sí, sí, el canon ese que dice "te voy a cobrar este extra POR SI ACASO usas el cd para grabar una peli pirata". Que oye, igual los políticos deberían tener un canon parecido. Una multa cada año por si acaso ese año han robado. Porque, atención, nos están multando por algo que aún no hemos cometido. Y, qué queréis que os diga, si me vas a multar, vas a hacerlo con razón (¿vuestra madre nunca os ha dicho al veros llorar por alguna tontería "como vaya yo sí que vais a llorar con razón"?). Esto funciona así. Me vas a multar por, no sé, por si acaso te insulto, pues vete preparando que te van a pitar los oídos. Y estaré en mi derecho por la sencilla razón de que ya he pagado por ello.


Así que bueno, adiós SeriesLy, pero ya buscaré (lo pongo en futuro por reírme un rato, porque todos conocemos al menos otras cinco o seis páginas ya...) otra manera de seguir viendo mis series (que no se emiten en España) y mis películas sin tener que extirparme un riñón para pagar la entrada. Porque, señores, si vais a seguir pagando 25, 18 o incluso 9€ por ir al cine, es porque os gusta que os roben en vuestra cara.


viernes, 19 de diciembre de 2014

El verdugo-rdo de Platero



150 kilos de oronda salud. 38 años y 150 kilos. En la otra esquina del ring, un burro de cuatro meses de edad. Repito, CUATRO MESES. Ya habréis escuchado la noticia en todas partes (es lo que tiene escribir los posts y dejarlos en borradores unos días/semanas/meses... De hecho, el día que salga el de Cataluña y su independencia... ), y es bastante simple. Un desgraciado de 150 kilos se le antoja subirse a un burrito recién nacido para hacerse una foto. Salta la valla del establo (a los que los caraduras del ayuntamiento llaman "perímetro de seguridad"), aparta al otro burro a patadas y se monta en el burro. Eso fue el sábado. El domingo por la tarde muere el burro con hematomas en la zona dorsal y lumbar y líquido edematoso libre en cavidades torácica y abdominal. La traducción para los que no somos de medicina/veterinaria es que murió aplastado.

¿Y qué ha pasado con el gordo? (Ahora que me vengan indignados los señores "con sobrepeso" diciendo que gordo es un insulto y blablabla... en este caso, solo hay una definición para este despreciable: PUTO GORDO). Pues al caballero de hidalga figura lo han dejado en libertad con cargos. Claro, al fin y al cabo solo ha matado por aplastamiento a un bebé de cuatro meses. Casi ná.

El problema es que ese bebé es un burro. Y el asesino una persona. Si llega a ser al revés, y es un animal adulto el que mata por aplastamiento a un bebé humano, ese animal es sacrificado. Sin miramientos. Sin juicios ni chorradas. Matas a un ser humano y no eres un ser humano, mueres. Matas a cualquier otro ser, y eres un ser humano, y aquí no ha pasado nada. Es lo que tiene que nos creamos el puñetero centro del universo y supongamos que estamos por encima de todas las demás especies. Así que, ¿por qué no experimentar con esos seres inferiores como son los animales? ¿Por qué no permitir su tortura y disfrutar con ella? ¿Por qué no exhibirlos como mercancía? ¿Por qué no valorarlos muy por debajo de cualquier ser humano?  Evolucionar a veces es involucionar.


Más de una vez me han preguntado que qué haría si tuviera que elegir entre la vida de mi perro y la de otra persona, y yo siempre respondo lo mismo: intenta no ser tú la otra persona, por tu propio bien. A lo que siempre siguen los mismos argumentos: ¿Cómo puedes valorar más un perro que una persona? Pues precisamente por eso. Porque no es una persona y su especie no es la culpable del aniquilamiento hasta la extinción de otras. Porque no disfruta con el sufrimiento ajeno. Porque no mata otros animales para "hacerse la foto". Y porque creo fervientemente que, por mucho que los humanos nos creamos superiores, no tengo más derecho a vivir que cualquier otro animal. En caso de enfrentamiento (que lo dudo) intentaría sobrevivir, por supuesto (y por supuesto que casi seguro que no lo conseguiría en igualdad de condiciones). Pero eso no significa que crea que lo merezca más que ellos.

Luego está el tema de "oh, has dicho gordo, estás fomentando una conducta agresiva hacia las personas con problemas de peso". Noup, agresiva no. Agresivo el de los 150 kilos. Yo solo estoy llamando las cosas por su nombre. Sobrepeso es gordo. Punto. Si estás canijo, eres canijo, si estás gordo, eres gordo. No hay más vueltas. Otra cosa es el tono con que se diga, como antes, "el puto gordo" iba con todo mi desprecio, pero en general, decir que alguien está gordo es describir su físico. "Es que los gordos se sienten ofendidos". Esto me hace mucha gracia. Toda mi vida he recibido el calificativo de "baja", "pequeña" y similares. ¿Tendría sentido que me ofendiera por no recibir el apelativo de "persona de estatura limitada"? Cuando era una enana, éramos dos Lauras en clase, yo era "Laura la canija". ¿Me puedo ofender por no llamarme Laura la de poco peso? Es curioso que lo veamos absurdo cuando se trata así, pero, oye, no le digas gordo a un gordo. Que hay que aceptarse a uno mismo, sí, que hay que tener autoestima, también, que en cuestión de gustos hay de todo, por supuesto. Pero que hay que tener dos ojos y reconocer la realidad, también.

En fin, que si alguien se cruza con el gordo que mató al burrito que le dé hostias de mi parte hasta partirle la columna, por favor.

martes, 16 de diciembre de 2014

Novela en construcción. Fragmento C9

Lucía le pidió a su amiga que volviera a explicar lo que ya habían hablado antes en la cafetería, y Valeria se afanó en detallar todos los apuntes de sus papeles. A Pablo le fue cambiando el semblante según la chica avanzaba en su relato. No podía creerse que Valeria hubiera conseguido esa información. Tenía más de lo que ella misma alcanzaba a comprender, “por suerte para mí”, pensó el chico.  Aparte de conocer a los integrantes, solo le faltaba saber cómo actuaban, cuál era su herramienta. Algo que, evidentemente, quedaba fuera del alcance de su razonamiento lógico. Cuando terminó de hablar, Valeria suspiró y miró alternativamente a Pablo, sentado en la cama, y Lucía, que había permanecido de pie todo el rato sin retirar la vista del chico, esperando respuestas dedujo Valeria.

-          Bueno, ¿qué? – dijo finalmente viendo que no comentaban  nada. - ¿Vais a dejarme así? ¿Quién empieza?

Los aludidos se miraron fijamente durante unos instantes, hasta que Lucía asintió de manera casi imperceptible, consciente de la situación tan poco habitual que se les venía encima. Pablo se levantó y caminó hasta la ventana. Se detuvo allí unos segundos, con la cabeza apoyada sobre el cristal, pensando cómo podría dejar a todas las partes implicadas más o menos satisfechas. No dejaba de preguntarse hasta qué punto podía confiar en la amiga de Lucía.

-          Tienes que abandonar el reportaje – sentenció al cabo de un rato.
-          Ni hablar – replicó de inmediato. – Llevo demasiado tiempo invertido en esto, muchas noches en vela intentando conectar ideas. Y ahora que estoy cerca de saber la verdad, tú me pides que lo deje. Eso solo aumenta mi interés por la historia.
-          ¿Qué te interesa, Valeria? ¿Conocer la historia, saber la verdad o más bien quieres reconocimiento por tu trabajo? ¿Sueñas con el Pulitzer? – Valeria miró confusa al chico, sin entender el ataque. – Te ofreceré un trato, dos opciones. Opción A, te contaré cómo operan tus chicos malos, no te diré nada acerca de quiénes son, pero te aseguro que quedarás… impactada. La historia mere
ce la pena. La condición es que no publicarás nada, abandonarás el tema en cuanto salgas por la puerta.
-          ¿Y la segunda opción?
-          Seguirás con tu reportaje sin sacarme una sola palabra.
-          O sea, que tengo que elegir entre seguir dándome de bruces contra la pared  y publicar, o saber la historia para callarme y fingir que no sé nada.
-          Es una buena manera de resumirlo.

Valeria miró a Lucía, buscando su apoyo, pero se encontró con la mirada esquiva de su amiga. No podía o no quería ayudarla. Apenas gastó tiempo en pensar sobre ello. Recogió sus papeles y su bolso, y tras una mirada cargada de reproche a Lucía, salió de la habitación  con pasos decididos. No estaba dispuesta a renunciar a esa historia que tanto le había costado, y menos ahora que tenía nuevos datos con los que ayudarse a continuar. Además había uno que le resultaba especialmente interesante: Pablo estaba implicado.
No es que Pablo no le cayese bien, pero no habían congeniado nunca demasiado. Le parecía inmaduro en muchos aspectos y, aunque sabía que quería y cuidaba a Lucía, pensaba con cierta frecuencia que no era el tipo adecuado para ella. No conseguía entender cómo podían llevar tanto tiempo juntos siendo tan diferentes. Y ahora esto, era la prueba irrefutable de que no la llevaría por buen camino.

Lucía había contemplado la escena desde un discreto segundo plano. Se había propuesto intervenir lo menos posible en la conversación y había conseguido no abrir la boca en todo el rato, aunque había sentido una gran tentación cuando Pablo puso a Valeria entre la espada y la pared. El muchacho había sobreestimado la curiosidad de la periodista y, aunque Lucía no tenía ganas de tener que explicar ni demostrar nada, en el fondo sabía que Pablo había cometido un error planteando esa encrucijada.

-          Eso no ha estado bien.
-          Lo sé, pero ¿qué otra cosa podía hacer? ¿Contarle todo? ¿Y le hacemos también una demostración? En el improbable caso de que no pensase que le estamos gastando una broma pesada y nos creyera, ¿qué crees que haría? ¿Callarse y no contarlo todo? Y eso te incluye a ti, Lu.
-          Valeria no acepta un “no” por respuesta. Seguirá investigando. La posibilidad de que obtenga la información por otro lado sigue existiendo. La he traído porque no he podido deshacerme de ella. Esta mañana me contó lo de esa organización, y quise venir a avisarte en ese mismo momento. ¿Se trata de “La Compañía”, verdad? Estaba hablando de tu nuevo trabajo – Pablo volvió a dejarse caer sobre la cama y asintió con la cabeza. - ¿En qué estás metido, Pablo? ¿De qué son los golpes que tienes en el costado? ¿Qué has estado haciendo estos días que no me has llamado?
-          No quería que me vieras así – respondió señalándose el cuerpo en un gesto amplio. – Un coche me golpeó. Fue mala suerte.
-          ¿Ahora culpas a la suerte? ¿Me tomas por idiota? Dame una explicación que no sea para imbéciles, por favor. ¿Qué ha pasado?
-          Te está diciendo la verdad – interrumpió Miguel entrando de nuevo en la habitación. – Un coche le dio un besito. Y la suerte no solo fue mala porque podría haber sido mucho peor.
-          Te dije que esperaras un momento, Miguel.
Ya he esperado. Hasta que se ha ido la de los tacones enfurecida. No sé si quiero saber qué le habéis dicho o hecho. Ahora tenemos que hablar . Sobre ella – añadió señalando con la cabeza a Lucía.


sábado, 13 de diciembre de 2014

Un culo paseando

Este pasado miércoles, al salir del gimnasio, me encontré con un mensaje en facebook de una amiga: "toma, Laurita... son dos horazas, pero cuando encuentres un hueco, creo que lo vas a disfrutar". Primero pasé miedo, pá qué nos vamos a engañar. El vídeo se llama "No solo duelen los golpes" y bueno, no sería la primera vez que me lanza alguna indirecta muy directa. Pero no, finalmente no iba por donde yo pensaba.

El vídeo va, haciendo un resumen muy, muy, muy simple, sobre machismo. Y me hizo gracia que justo me lo hiciera llegar ese día, porque el día anterior yo había vivido un episodio de algo que se repite en mi vida con más frecuencia de lo que, a veces, te ves con ganas de aguantar. Y es que es eso, tener que aguantar. La situación no pudo ser más "inocente". Paseaba con mi chucho, como cada día, por el paseo marítimo y obviando las miradas diarias (que ya llega un momento en que te dan ganas de decir: "a ver, muchachos, que paso por aquí cada día, ya me tenéis más que vista") hay días en que la cosa va un pasito más allá. Como el martes. Terminando ya la hora de paseo, un tío, entrado en años (vamos, que podría ser mi padre) pasó en bici por mi lado y se giró. Miró de tal manera que juro que pensé que se le había caído algo, o que miraba a mi perro porque le recordaba a otro o vetetúasaberqué, pero no imaginé ni por un momento que esa mirada iba dirigida a una persona. Solo dijo una palabra: CULO. Y sin anestesia. Solo eso. No hizo falta nada más para que yo le respondiera que era subnormal.
Pero da igual. Ya me había reducido a un culo. Y no era tanto la palabra, como el tono o no sé, la forma de decirlo. Pero me hizo sentir realmente incómoda. Sí, vale, le respondí, pero eso no arreglaba lo anterior. Ya he escrito varios posts y empiezo a sentir que soy repetitiva con el tema de que cada vez que salgo de paseo me toca aguantar a algún cavernícola, pero después de ver el vídeo vuelvo a pensar que la repetitiva no soy yo, sino la situación.

Es desesperante que TODOS los días tengamos que aguantar situaciones así. TODOS LOS DÍAS. Cuando no es el "culo" de turno, es el "guapa", o el "chisst chist" como si estuviera llamando al gato/perro. O la ordinariez que en ese momento se le ocurra (que siendo sincera, no son demasiado variadas).

Esa misma tarde, se lo conté a mi novio. Su primera reacción fue preguntarme si no le había soltado una hostia (parece ser que tengo una imagen de persona agresiva más generalizada de lo que pensaba...), y oye, lo pensé, pero como ya he dicho iba en bici y me había pasado de largo más que unos pocos metros como para alcanzarlo. Pero después, me dio la impresión de que me hacía ver que lo estaba valorando en exceso. Dándole más importancia de la que tenía. Me medio molesté, aunque lo "entendí". ¿Cuántas veces ellos, los tíos, han aguantado a grupitos de mujeres haciéndole comentarios sobre su forma de vestir/andar? Las mujeres aguantamos esas cosas desde los doce años, más o menos. ¿Cuántas veces los padres le han dicho a un chico que no vuelva muy tarde y solo por si "le pasa algo"? ¿Lo que le puede pasar a un chico que vuelve solo y tarde a casa es que le violen? Porque la amenaza implícita de tus padres es esa. Consciente o inconscientemente. Si vuelves sola a casa tarde, te pueden violar. ¿Cuántas veces un tío ha cambiado de dirección o de acera para no pasar por delante de un grupo de mujeres y así ahorrarse miradas y comentarios sobre las muchas cosas que le harían y lo bien que se lo podían pasar todos juntos? Creo que no conozco a ninguna mujer, A NINGUNA, que no haya cambiado al menos una vez de camino para ahorrarse esta situación.

Y sí, vale, ninguno nos ha puesto la mano encima, pero eso no significa que no resulte desagradable, o humillante, o denigrante. Quiero pensar que el día que alguno intente algo más que un comentario va a volver a su casa con un par de dientes menos, pero tampoco puedo asegurarlo. El primer precedente de algo así que se me ocurre fue cuando aún iba al instituto, en segundo de eso o primero... Con 13 años, para que os hagáis una idea. El típico repetidor chulito de clase me cogió el culo un día que iba bajando las escaleras y tal y como noté el contacto me di la vuelta y le giré la cara del guantazo. Pero eso fue en un "ambiente controlado", no sabemos qué pasaría en la calle. El miedo nos hace actuar de forma extraña.

En fin, esto solo es un post más sobre algo que hoy no me veo con fuerzas ni ganas ni posibilidades de cambiar. Os dejo el vídeo, para el que tenga tiempo y ganas.


miércoles, 10 de diciembre de 2014

Al quinto día, las prospecciones

El 18 de noviembre de 2014 se inician las prospecciones petrolíferas de Repsol en la costa de Lanzarote. 48 horas después, el 20 de noviembre, a primera hora de la mañana aparece el cadáver de un cachalote en la playa. Ayer, martes 9 de diciembre, aparece el segundo cachalote pigmeo varado y muerto. Es pura casualidad. También es casualidad que haya aparecido justo enfrente de donde se están realizando las prospecciones. "Se producen varamientos todos los años", sí, en primavera... no en diciembre.

Científicos, instituciones de las islas, ciudadanos... todos se han manifestado de mil maneras diferentes para intentar frenar este ataque terrorista al medioambiente, sin embargo, la pela es la pela. Canarias tiene poblaciones de 28 especies distintas de cetáceos, y todas y cada una de ellas está en grave riesgo con las prospecciones. Y 86 de tiburones y rayas,con varias en peligro de extinción como el angelote y el pez martillo. Y si queréis también hablamos del coral, con miles de corales CENTENARIOS a apenas 30 metros de profundidad. No se han hecho evaluaciones REALES de las repercusiones de la contaminación en el lugar. Y no estoy hablando solo de la contaminación que se ve, que mancha y que mata a los organismos de los que se alimentan estos animales, estoy hablando de la contaminación acústica. Sí, sí, del ruido. ¿Creéis que los trabajadores que están en esas plantas llevan esas orejeras tan monas por el frío? ¿Y recordáis esas lecciones de ciencias naturales en las que nos explicaban que el sonido se transmite mejor en líquidos que en el aire? Pues pensad ahora, ese sonido submarino. Y ahora pensad en esas ballenas que apenas tienen sentido del olfato y de la visión, pero que, en cambio, desarrollaron un oído digno del mayor cotilla de radio patio. El oído es tan elaborado que tienen la capacidad de localizar de donde proviene el sonido con muchísima precisión (ecolocalización, para los de la LOGSE). Vale, ¿cómo creéis que afecta el sonido de las prospecciones a estos animales?

Y cuando los ecologistas, esos terroristas de Greenpeace armados de lanchas y pancartas, se lanzan al mar a intentar proteger lo que va en beneficio de todos (sí, incluso de los que quieren cargárselo), ¿qué hace el gobierno? ¿Escucha por fin las miles de voces en contra? Noup. Manda al ejército a que le parta la pierna a una de las ecologistas y embista a todas las lanchas que por allí vea. EL EJÉRCITO. Ese que pagamos todos con los impuestos y debería estar para defendernos en caso de guerra. Ese.

De científica no tengo nada, yo era de las que aprobaban las ciencias y dando gracias, pero... ¿Hasta qué punto han estudiado que ese sonido, que esas ondas, no afectarán también a La Palma? ¿La Palma? ¿Y por qué salta esta loca ahora con La Palma? Hombre, pues porque La Palma es una isla con mucho peso y poca base, literalmente. Y en una zona de erupciones volcánicas. Traduciendo es como mezclar drogas y alcohol, puede no pasar nada, pero a la larga pasará... Cuando La Palma se hunda (y no, no admito el condicional en esto) nos echaremos las manos a la cabeza y nos preguntaremos cómo ha podido pasar. Pues hombre, quizás habría pasado de todas formas, con prospecciones o sin ellas, pero no tiene pinta de que excavar en el suelo submarino de Tenerife sea precisamente una ayuda a algo de frágil equilibrio...

Pero nada, la pela es la pela, sigamos destruyendo el medio ambiente. Extinguiendo especies. Talando bosques. Contaminando mares. Si total, el puñetero planeta que nos permite vivir no es nada en comparación con un puñado de euros.

"Solo después de que el último árbol sea cortado, solo después de que el último río sea envenenado, solo después de que el último pez sea apresado, solo entonces sabrás que el dinero no se puede comer".

What goes around, comes around.