miércoles, 25 de marzo de 2015

Allá por la capital

Mi abuela me ha contado en varias ocasiones una anécdota de cuando viajó por primera vez a Madrid. Era joven, y había salido poco o nada de Málaga, y por aquel entonces las diferencias entre la capital y las provincias (incluso Málaga) eran abismales. No eran las diferencias que te puedes encontrar hoy, que serán más curiosas que diferencias reales. Aparte de parecerle todo monstruosamente grande y excesivamente rápido, ella recuerda con especial cariño lo que le ocurrió en Galerías Preciados. Le asombraría seguramente la cantidad de productos expuestos y el tamaño del edificio, pero lo que más le llamó la atención fueron las escaleras mecánicas. Sí, las escaleras mecánicas. Esas con las que estamos hoy en día tan familiarizados en cualquier centro comercial, acceso de metro, o aeropuertos, no existían en Málaga hasta hace pocos años. Así que mi abuela, con más o menos expectación, se dijo que a donde fueres haz lo que vieres y se subió a ellas. Todo guay, hizo sus compras y ea, ya se podía volver para casa contenta. Hasta que le tocó bajar... por las escaleras mecánicas. Ella dice que aquello iba muy rápido, que le daba miedo poner el pie en aquellas cosas que bajaban, y parece ser que estuvo un buen rato hasta que consiguió bajar, rato en el que, por supuesto, llamó la atención de los madrileños tan acostumbrados a esas cosas.

Puedo decir que la evolución jugó a mi favor y no he tenido problemas con escaleras mecánicas, ni me he perdido en el metro ni cosas del estilo. Aunque he de reconocer que si me traigo un par de cosicas que me han dejado un poco con la boca abierta. Allá por la capital las señoras en el metro me reconocen como no madrileña. No por mi acento, que es lo que cabría esperar (bueno, igual cuando abro la boca ya confirmo todas las sospechas), sino porque les cedo el asiento en el metro. Y es que, igual generalizar está feo, pero no he visto a nadie joven cederle el asiento (ni el paso) a alguien visiblemente mayor. Ni a alguien con muletas o con un bombo que amenazaba con dar a luz en ese mismo momento. O hacen como que ni los han visto o directamente les da igual. No sé cuál de las dos opciones es peor.

Allá por la capital la gente es indiferente a lo que le sucede al de al lado. Gente podrida en dinero (con abrigos de piel y bolsas de marcas que te cobran solo por pronunciarlas) ignorando deliberadamente a los muchos (muchísimos) que se abrigan con cartones. Y estamos en marzo y hace frío, Bastante frío. Y no hace falta buscar ejemplos tan descorazonadores, un tipo iba tan embobado con la pantalla de su móvil saliendo del metro y cayó al suelo tropezar con los escalones. Era joven, así que si no te daba pena, te debían dar ganas de ayudarlo a levantarse o, como mínimo, ganas de reír. Pero allá por la capital no. Allí la gente lo esquivó sin miar y sin, mucho menos, pararse a pensar si podían hacer algo por él.

Allá por la capital hay muchísima gente. Allá por la capital siempre estás rodeada de gente. Allá por la capital nunca estás solo y, sin embargo, es donde más solo te puedes sentir.


miércoles, 18 de marzo de 2015

Ponte en mi piel

Todos nosotros llevamos siempre una tela (o dos, o tres, depende del frío) por encima de nuestra propia piel y nuestros propios pelos para protegernos del clima (entre otras cosas). ¿Que nos parecería que cada año algunos seres capturaran a veinte millones de humanos en trampas para arrancarnos la piel con la que ellos poder crearse unos bonitos abrigos? ¿O que criaran a cuarenta millones de humanos en granjas dedicadas única y exclusivamente a hacernos crecer para luego arrancarnos la piel a tiras? Despellejados, antes o después de la muerte. Generalmente antes. Tampoco es que la muerte sea un alivio, porque ha de producirse de forma que no se dañe la piel lo que deja las opciones en ser gaseados (la asfixia dura unos 30 minutos), electrocutados por vía bucal, anal o vaginal o directamente desnucados.

Las principales víctimas de esta caza son los zorros grises y rojos, las nutrias, los castores norteamericanos, los coyotes, los visones, los mapaches, ratones almizcleros, ardillas rusas y chinas, armiños y las zarigüeyas. Y en las granjas lo que más se cría son visones, chinchillas, zorros plateados y azules, hurones negros y blancos, mapaches, nutrias, perros, gatos y conejos.  Y es que para hacer UN SOLO ABRIGO se necesitan muuuuchos animales, unas 300 chinchillas, 250 ardillas, 60 visones, 30 gatos o mapaches, 20 zorros, nutrias, linces o focas bebé, 15 ocelotes, 8 lobos, perros o focas adultas, 6 leopardos...

Entiendo que los humanos necesitamos vestirnos, que no podemos salir a la calle como los animales solo con su propia piel, pero joder, hay alternativas. No las había en la prehistoria y era absolutamente necesario cazar para vestirse, pero hoy en día existen las fibras vegetales y los tejidos sintéticos. Usa piel sintética en vez de piel real. Usa forros polares, microfibras.

Pero, si todo esto del sufrimiento y el hacinamiento animal nos da absolutamente igual, todavía hay una razón más. La extinción. El visón del mar y el zorro de las Malvinas ya no existen. Tres especies de tigres ya han desaparecido: el de Bali, el de Java y el del Mar Caspio. Directamente. No es que sufran caza y muertes crueles por su piel, no, es que ya no existen. Muchas de las pieles más solicitadas son de especies muy amenazadas, como los tigres (en 2005 quedaban menos de 7.000 y de los tigres de Siberia menos de 200), los leopardos de las nieves (menos de 5.000 ejemplares) los jaguares, los koalas, los ocelotes e incluso los castores. En España, por ejemplo, extinguimos la garduña de Ibiza, y casi lo hemos conseguido con el lince ibérico, del que quedan menos de 800 ejemplares (he leído cifras que no llegan a los 300, pero ante la duda, pongo la más alta que he encontrado).

Sigamos creyéndonos los amos del mundo, y destruyendo todo lo que nos rodea, y cuando estemos solos en el mundo sin más compañía que la de otros miserables humanos, nos echaremos las manos a la cabeza.

jueves, 12 de marzo de 2015

Sin penas

Hoy vengo cargadita de polémica. Sé que va a ser un post con el que mucha gente conocida se me va a echar encima, pero, sinceramente, a estas alturas del cuento... La "prisión permanente revisable". El eufemismo con el que quieren llamar a la cadena perpetua en España, porque supongo que suena "menos malo" (y así el Tribunal de Estrasburgo no nos regaña). Y, para variar, no vengo a criticar la pantomina PPSOE con la firmita con sus corbatas conjuntadas, y luego el PSOE diciendo que eso es muy malo y que lo van a echar atrás ("josmíos", si tan mala es, ¿pá que firmas?)... No, no. Hoy no voy a tirar por lo de que hasta qué punto va a frenar la amenaza de pudrirse en la cárcel a alguien que está dispuesto a quemarse vivo, y no porque no dé juego suficiente el tema.

El Convenio Europeo de Derechos Humanos recoge en su artículo 3 que "nadie podrá ser sometido a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes", y el tribunal de Estrasburgo declaró en julio de 2013 que la pena a cadena perpetua no revisable violaba ese artículo. Ya que la cárcel no es tortura y, en principio, tampoco es degradante, supongo que será porque consideran inhumano tener a alguien encerrado tantos años. Alemania (ya que tantos la miráis como ejemplo en los últimos años) tiene cadena perpetua revisable a los quince años, Francia a los 18 e Italia a los 26. También hay otros países a los que podéis mirar dentro de Europa: Islandia, Lituania, Malta, Holanda,Ucrania... que no revisan ni conceden la libertad condicional a condenados a perpetua. Así que, como resumen, la cadena perpetua es mala solo cuando no la revisas cada cierto tiempo, y Estrasburgo da por resuelta las dudas con un "la ley debe dar a los condenados en cadena perpetua esperanza y la posibilidad de ser liberados si se producen circunstancias en las que el castigo deja de estar justificado".

Atención a esta última frase, por favor. SI SE PRODUCEN CIRCUNSTANCIAS EN LAS QUE EL CASTIGO DEJA DE ESTAR JUSTIFICADO. El castigo deja de estar justificado, el castigo deja de estar justificado... Repito en mi cabeza una y otra vez la misma frase intentando encontrar los motivos por los que se te pueden levantar un castigo y, claro, se me ocurren muchos. Se te puede levantar el castigo porque te has dado cuenta de que has hecho algo que estaba mal, por arrepentimiento, por ejemplo, no quieres comer y tiras el plato al suelo, tu madre te castiga en tu cuarto sin salir. Al rato, te das cuenta de que, a pesar de que no querías comer, tirar el plato al suelo no era la mejor opción, sales, pides perdón y prometes no volver a hacerlo. El castigo deja de estar justificado porque ya has cumplido, has aprendido una lección y puedes volver a reinsertarte en tu familia sin peligro para nadie.

Se te puede levantar el castigo por buen comportamiento. Tu madre te ha castigo de forma indefinida sin salir a la calle porque no has recogido tu cuarto, así que, tras entender tu error, te dedicas a barrer, lavar los platos, tender, recoger la mesa... Hasta que tu madre se compadece de ti y entiende que has subsanado tu mal comportamiento, y te deja salir antes de que acabe el día. Al fin y al cabo, has entendido tu cagada, no lo volverás a hacer y has hecho méritos para demostrarlo.

Se te puede levantar el castigo porque ayudas de forma extraordinaria a evitar algo. También lo llamo el castigo evitado por chivato. Estás encerrado en tu cuarto porque, no sé, has roto el jarrón con el balón, y escuchas a tu hermano que va camino de la ventana a tirar toooooda la ropa interior de mamá. Corres, te chivas, y evitando ese problema te levantan el castigo, ya que has demostrado buena intención y actuar en favor de la ley.

A modo de resumen, se te levanta el castigo si te has dado cuenta de que lo hiciste mal en el pasado y no estás dispuesto a volver a caer en ese error, has demostrado tu buena fe y ahora colaboras con la justicia. Estás reinsertado en la sociedad, felicidades. De hecho, la Constitución no contempla la posibilidad de imponer penas que no vayan encaminadas totalmente hacia la reinsercción social, y ahora mismo el código penal no permite penas mayores de cuarenta años. En la práctica, la mayoría de presos consigue su tercer grado a la mitad de la condena.

Sé que este tema es muy complicado, en la legislación y en la conciencia, y no pretendo dar una clase magistral sobre él, ni mucho menos. La gran mayoría de los presos actuales probablemente no merezca penas tan largas, pero yo no estoy pensando en la gran mayoría (silenciosa, que diría Rajoy). Yo estoy pensando en Marta del Castillo, donde los autores confesos siguen riéndose de la familia y de la policía. Yo estoy pensando en Mari Luz Cortés, de cinco años, cuyo asesino estaba en la calle cuando ya había sido condenado por pederastia. Yo estoy pensando en Ciudad Lineal y sus cinco niñas raptadas para abusar de ellas. Yo estoy pensando en Ruth y José Bretón, de seis y dos años asesinados y quemados por su propio padre. Yo estoy pensando en Los Romanones con sus orgías y abusos a menores durante años. Yo estoy pensando en Josu Ternera, que atentó contra la casa cuartel de la Guardia Civil (entre otras lindezas) matando a once personas, entre ellas cinco niños. Yo estoy pensando en gente que desprecia la vida de los demás hasta el punto de que les da absolutamente igual torturar, violar y matar, y no solo no se arrepienten, sino que en muchas ocasiones se jactan de ello y aseguran que lo repetirían. Estos seres que no están, ni de lejos, preparados para volver a la sociedad sin ser un peligro para el resto.  ¿No merecen pudrirse en prisión? Para mí, sí.

Al etarra Bolinaga, que asesinó a tres guardias civiles y secuestró a Ortega Lara, lo excarcelaron en agosto de 2012 por un cáncer terminal y murió este enero rodeado de sus familiares. Al contrario que los tres guardias civiles a los que él mató, por cierto. ¿Motivos humanitarios? Mis cojones. Humanidad habría sido no asesinar por ideas políticas. Humanidad habría sido no secuestrar durante 532 días en un zulo penoso, húmedo, sin espacio para moverse, sin luz, sin apenas comer y teniendo que mear en el mismo orinal donde le daban el agua para lavarse. Que no tengan la cara dura de pedir la humanidad que ellos nunca mostraron. Volviendo a la frase importante del asunto: ¿el castigo deja de estar justificado por estar enfermo? No. Ni por estar muriéndote. No creo que tenga derecho a tener una muerte "digna" y con su familia aquel que se dedica a arrebatársela a los demás como los cobardes, por la espalda. ¿Que si me da pena? La pena tiene que sufrirla él.

lunes, 9 de marzo de 2015

El día del hombre

Ojalá no tuviera que escribir este post, porque significaría que no se celebraría el Día de la Mujer, y eso sería porque no habría necesidad de reivindicar el papel de la mujer en este mundo. Pero, por desgracia, en pleno 2015, seguimos necesitando estas cosas. Y tenía preparado un post sobre las diferencias que siguen existiendo y todo eso, pero ayer no pude subirlo y hoy he decidido no hacerlo. Hablaba de lo de siempre, las discriminaciones, el cobrar menos por el mismo trabajo, el menosprecio, el tener que estar siempre demostrando más que un hombre... He decidido borrar todo lo que había escrito y enfocarlo de otra manera, porque me parece que el 90% de la gente anda bastante mal encaminada en su concepto sobre el Día de la Mujer.

Os pongo los dos mejores, o al menos, de los que me acuerdo.

1) ¿Por qué un día de la mujer y no un día del hombre? Esta es la más recurrente. Y de las más estúpidas también. Además, lo duro es que lo dicen miles de mujeres. ¿Por qué un día contra el cáncer y no uno para los que estamos sanos? "El día de la mujer no consigue derechos ni igualdad", ni el del cáncer cura o investiga, pero no lo vemos raro. Quizás sí un día de la mujer y no del hombre porque los hombres no han tenido que luchar, como género, por sus derechos. Se les ha podido discriminar por raza, religión, por estatus económico... pero no por sexo. No se les presupone menos por ser hombres. No se analiza su ropa interior (ahora es cuando decís que me he pasado, que a las mujeres tampoco y es cuando yo pongo el siguiente enlace: http://blogs.20minutos.es/el-ropero-de-letizia/2015/03/08/que-ropa-interior-lleva-letizia y os mando callar a todos y os pregunto que si os imagináis a alguien analizando si Felipe lleva boxers o slips).

2) Os quejáis de machismo y luego entráis gratis a las discotecas. Y supongo que creéis que esto es algo bueno, ¿no? A ver, de un primer vistazo, sí, lo es. Todo lo que lleve la palabra GRATIS, a primera vista, es genial. Pero la mayor parte de las cosas luego tiene su engaño, y esto no iba a ser Entrar gratis a la discoteca implica algo, que si no pagas por el producto, tú eres el producto. Si nos dejan entrar gratis no es porque se presuponga que vamos a hacer menos uso de las instalaciones que el resto (como pasa en los parques de atracciones con los niños menores de cierta altura), porque crean que tenemos poder adquisitivo o porque le caigamos bien al portero y nos haga un favor. Si entramos gratis es porque nos ven como un trozo de carne capaz de atraer más clientes, porque, señores, esto es así, somos la carnaza, el cebo para que los tíos entren detrás. Entramos gratis porque nuestras entradas se pagan con la de hombres que entren con el reclamo de las mujeres que haya dentro. Simplemente. Así que sí, puedes verlo como una ventaja, pero no deja de ser que somos el producto.

Tampoco creo que sea un día para celebrar, propiamente dicho. Ni para felicitar a nadie. "Felicidades por ser mujer" no me parece precisamente algo bueno. No es algo por lo que tenga que ser felicitada (ni reprochada). Más bien lo entiendo como un "felicidades a todas las mujeres de la historia que con su lucha dieron pasitos por la igualdad", y, sin embargo, en mi cabeza resuena un "no celebres tanto que todavía queda un camino larguísimo". El Día de la Mujer no es para que felicitéis a las mujeres por ser mujeres, no es para que las invitéis a cenar con esa excusa. Es para que todos, hombres y mujeres, echemos un vistazo a la realidad y veamos que ese día se remarca en el calendario para recordarnos a todos que la lucha no ha terminado. Que se sigue sexualizando a la mujer desde pequeña. Que se sigue menospreciando. Pagando menos. Condenando a ciertas labores. Presuponiendo ciertas carencias y ciertas actitudes. Que se sigue maltratando y asesinando a mujeres por el mero hecho de ser mujeres. Que se sigue colocando a la mujer en un escalón inferior al del hombre.

miércoles, 4 de marzo de 2015

El último mensaje

No existe nada esencial, nada que cambie el rumbo de las cosas que jamás elegimos. Y el rumbo de la vida menos aún que el de cualquier otra cosa. Así que, la mayoría de nosotros jamás tendremos la oportunidad de elegir cómo o cuando moriremos, igual que no la tuvimos para elegir el momento de nacer. Sin embargo, hay ciertas cosas que sí podemos elegir. Y una de ellas es, por ejemplo, si queremos que nuestro último mensaje de Whatsapp sea el causante de un accidente en el que, no solo nos jugaremos nuestra vida, sino la del resto de conductores que circulen en ese momento a nuestro alrededor. Tu último mensaje puede ser: "estaré ahí en un rato", o puede no llegar nunca por escribir esas cinco nimias palabras. Igualmente tu último mensaje puede ser ese, con un iconito añadido y un beso escrito casi por costumbre, pero si lo escribes antes de empezar a conducir te aseguras dos cosas: que llega y que por escribirlo no causas tu ausencia (y la de unos cuantos más).

Hay muchas formas de causar un accidente, y muchas formas de que este te afecte, es decir, no todos acaban en muerte, también puedes acabar en silla de ruedas (menuda oferta ¿eh?). Hay formas y formas también de paliar las consecuencias de tener uno, porque siendo sinceros, todos pensamos que cuando tengamos uno no va a ser por nuestra culpa, todos pensamos que el otro se va a saltar un semáforo, no nos va a ver al cruzar la calle, o es que iba borracho. Pero, independientemente de la causa, en el coche llevamos un amigo (a veces molesto) que, a pesar de las campañas de cada año, la gente se sigue negando a usarlo y, sinceramente, flipo un poco con esto. La multa es lo de menos (que da para otro tema porque es una de las multas que más me absurdas me parecen... si te quieres matar, allá tú), es tu puñetera seguridad lo que te juegas al no ponerte el cinturón. O el casco, en caso del motorista.

También está la opción de "la última copa". Ese "yo controlo". Esa copa que te impide actuar con reflejos. Esa copa que hace que te despistes porque tienes el estómago revuelto. Esa copa que hace que te duermas al volante. Aunque supongo que esto es algo que ya todos deberíamos tener más que asumido. Y, sin embargo, cada día se producen accidentes de tráfico que matan a personas en el país. Cada día alguien bebe esa copa antes de conducir. Cada día alguien no se abrocha el casco/cinturón. Cada día enviamos esos mensajes con nuestras últimas palabras sin ser conscientes de ello. De "yo controlo" está el cementerio lleno. Lleno de los que escriben y, lo que me parece infinitamente peor, de los que pasan por al lado del que tiene un mensaje tan urgente que no puede esperar. Y también es criminal quien mata una sonrisa, así que sí. La imprudencia consciente me parece criminal. Que por mandar un mensaje mates a otra persona, me parece criminal y un precio demasiado alto para un "voy de camino". Después vendrán los lamentos. Las lágrimas. Y nos echaremos a llorar con rabia cuando le toque a nuestro hermano, a nuestra madre, a nuestro padre, a nuestra pareja. Lloraremos porque estaremos tristes, porque seremos conscientes de que nos han arrebatado a alguien de nuestras manos. Lloraremos porque no sentiremos lo que nos gustaría sentir, que es la invulnerabilidad. Lloraremos porque a veces no encontraremos a quién culpar y lloraremos porque es lo que conlleva el sufrimiento. Y lloraríamos con más rabia si supiéramos que esa persona nunca volverá a sonreírnos porque alguien no podía esperar para enviar un mensaje. Lloraremos porque, en el fondo, sabremos que está es una de las cosas que alguien podría haber elegido de otra manera.