
Seguid defendiendo una tradición que implica llorar por encima de una que implica niños disfrazados riendo y comiendo caramelos porque "es española". Nada más español que ser incapaz de convivir con otras culturas y tener ganas de ver al vecino llorando más que disfrutando.
Y que conste que nunca me he considerado defensora de Halloween. De hecho, creo que solo me he disfrazado en dos ocasiones y en las dos daba más pena que miedo. Nunca he ido casa por casa pidiendo caramelos y lo más cerca que he estado de algo así fue con unos 10 añitos, que mi amiga y yo fuimos a comprarnos 20 duros (sí, 20 duros, nada de €) de chucherías cada una para comernos en la calle. También recuerdo que aquella noche mi tía nos contó que la extraña luz que rodeaba la luna significaba que las brujas habían salido esa noche... Cuando creces te das cuenta que esa "extraña luz" la tiene siempre que la luna está llena, pero oye, el mal rato que te llevas esa noche lo recuerdas para siempre.

Entiendo que si pasas de los 30 esta fiesta te pilla más que lejos de tu forma de pensar y ver el mundo, y que si pasas de los 20 la sientes más cercana por la televisión, series y las clases de inglés del colegio/academia que por experiencia personal. Sin embargo, no me parece motivo para criticarla (hay otros muchos motivos para los que sí, por ejemplo, que lo usamos como un carnaval de octubre más que como Halloween, porque nos disfrazamos según se nos antoja en vez de algo terrorífico).

No te gusta, no lo celebres. ¿Prefieres celebrar el Día de Todos los Santos? Hazlo. "Es que es mejor acordarse de nuestros seres queridos que ya no están que comer caramelos". Bueno... Yo no necesito el 1 de noviembre para acordarme de ellos. A algunos los recuerdo cada día, a otros más de vez en cuando. Y prefiero acordarme de ellos por situaciones o recuerdos que por obligación en una fecha señalada. Pero si alguno de tus conocidos prefiere comer caramelos y salir a divertirse en vez de ir al cementerio a llorar, deja de tocar la moral. Quieres llorar, llora, pero no intentes obligar al resto del mundo a vivir bajo tu punto de vista.
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