martes, 4 de noviembre de 2014

Recuerden, recuerden

La primera vez que vi V de Vendetta, hace seis o siete años, lo de volar el Parlamento me pareció excesivo. Hoy, me parece que nuestro amigo V se quedaría muy corto.



"¡Buenas tardes, Londres! Permitid que, primero, me disculpe por esta interrupción. Yo, como muchos de vosotros, aprecio la comodidad de la rutina diaria, la seguridad de lo familiar, la tranquilidad de la monotonía. A mí, me gusta tanto como a vosotros. Pero con el espíritu de conmemorar los importantes acontecimientos del pasado, normalmente asociados con la muerte de alguien o el fin de alguna terrible y sangrienta batalla y que se celebran con una fiesta nacional, he pensado que podríamos celebrar este 5 de noviembre, un día que, lamentablemente, ya nadie recuerda, tomándonos 5 minutos de nuestra ajetreada vida para sentarnos y charlar un poco. Hay, claro está, personas que no quieren que hablemos. Sospecho que, en este momento, estarán dando órdenes por teléfono, y que hombres armados ya vienen de camino. ¿Por qué? Porque mientras pueda utilizarse la fuerza ¿Para qué el diálogo? Sin embargo, las palabras siempre conservarán su poder, las palabras hacen posible que algo tome significado y, si se escuchan, enuncian la verdad. Y la verdad es, que en este país, algo va muy mal, ¿no? Crueldad e injusticia, intolerancia y opresión. Antes tenías libertad para objetar, para pensar y decir lo que pensabais. Ahora, tenéis censores y sistemas de vigilancia que os coartan para que os conforméis y os convirtáis en sumisos. ¿Cómo ha podido ocurrir? ¿Quién es el culpable? Bueno, ciertamente, unos son más responsables que otros. Y tendrán que rendir cuentas. Pero, la verdad sea dicha, si estáis buscando un culpable, sólo tenéis que miraros al espejo. Sé por qué lo hicisteis, sé que teníais miedo ¿Y quién no? Guerras, terror, enfermedades. Había una plaga de problemas que conspiraron para corromper vuestros sentidos y sorberos el sentido común. El temor pudo con vosotros y, presas del pánico, acudisteis al actual líder, Adam Sutler. Os prometió orden, os prometió paz. Y todo cuanto os pidió a cambio fue vuestra silenciosa y obediente sumisión. Anoche intenté poner fin a ese silencio. Anoche destruí el Old Bailey para recordar a este país lo que ha olvidado. Hace más de cuatrocientos años un gran ciudadano deseó que el cinco de noviembre quedara grabado en nuestra memoria. Su esperanza era hacer recordar al mundo que justicia, igualdad y libertad son algo más que palabras; son metas alcanzables. Así que si no abrís los ojos, si seguís ajenos a los crímenes de este gobierno, entonces os sugiero que permitáis que el cinco de noviembre pase sin pena ni gloria. Pero si veis lo que yo veo, si sentís lo que yo siento y si perseguís lo que yo persigo, entonces, os pido que os unáis a mí, dentro de un año, ante las puertas del parlamento Y juntos, les haremos vivir un cinco de noviembre que jamás, jamás nadie olvidará."

Si todavía no habéis visto la película, no sé qué carajo estáis haciendo con vuestras vidas, y aprovecho para recomendarla encarecidamente dada la fecha en la que estamos y, por supuesto, el nivel de hartazgo general que ha causado nuestro querido y amado gobierno. 

Hoy, volar el parlamento no solo no me parece excesivo, sino que me parece absolutamente necesario, porque como dice nuestro amigo V "este país necesita algo más que un parlamento, necesita esperanza". Y con todas las altas esferas de todos los partidos políticos involucrados en el proceso legislativo podridas por la corrupción, no existe redención ni remedio para ellos. Solo hay  una salida, cortar de raíz con todos. Y, como han demostrado una y otra vez salvando de cumplir con la justicia a sus delincuentes propios, no podrán ser la solución mientras sean parte (cuando no en su totalidad) del problema. "Justicia, igualdad y libertad son algo más que palabras, son metas", pero para ellos, solo son palabras vacías con las que llenarnos los oídos de promesas incumplidas. 

Recuerden, recuerden, sí. Recuerden todas las ilusiones destrozadas, recuerden todas las familias sin casa, recuerden todos los jóvenes exiliados, recuerden todos los licenciados en casa de sus padres, recuerden todos los padres viviendo de las ayudas de los abuelos, recuerden todos los abuelos sin ayudas. Recuerden las ministras que no saben que tienen un Jaguar en su garaje, recuerden las que gastan miles de euros en confeti, recuerden los que se hacen trajes a medida, recuerden los que ganan miles de € al minuto por sus políticas energéticas con sobresueldos por la espalda de las mismas compañías a las que benefician. Recuerden que el Prestige fueron unos "hilitos de plastilina". Recuerden que Excalibur fue asesinado por no hacerle una prueba. Recuerden la joven que perdió un ojo por manifestarse por la educación y la sanidad pública. Recuerden los que se van de cacería a Botswana, recuerden a Granados, a Blesa, a Bárcenas, a Griñán, a Camps, a Aguirre, a Cospedal, a Cifuentes. 

Recuerden, recuerden que el pueblo no debería temer a sus gobernantes, los gobernantes deberían temer al pueblo por la sencilla razón que su poder reside en nosotros, aunque pretendan que lo olvidemos. Recuerden, recuerden. Y recuerden bien. Y tomen nota para dentro de un año, en las elecciones, tener bien fresco todo lo que están haciendo con nosotros, a nuestra costa. 

Porque la otra opción es volar el parlamento, con todos dentro y las puertas bien cerradas desde fuera. Sinceramente, es mi opción preferida.

Este post "se lo dedico a la señora Justicia en honor a las vacaciones que parece se está tomando". Y recuerden, mañana es 5 de noviembre.

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