jueves, 12 de marzo de 2015

Sin penas

Hoy vengo cargadita de polémica. Sé que va a ser un post con el que mucha gente conocida se me va a echar encima, pero, sinceramente, a estas alturas del cuento... La "prisión permanente revisable". El eufemismo con el que quieren llamar a la cadena perpetua en España, porque supongo que suena "menos malo" (y así el Tribunal de Estrasburgo no nos regaña). Y, para variar, no vengo a criticar la pantomina PPSOE con la firmita con sus corbatas conjuntadas, y luego el PSOE diciendo que eso es muy malo y que lo van a echar atrás ("josmíos", si tan mala es, ¿pá que firmas?)... No, no. Hoy no voy a tirar por lo de que hasta qué punto va a frenar la amenaza de pudrirse en la cárcel a alguien que está dispuesto a quemarse vivo, y no porque no dé juego suficiente el tema.

El Convenio Europeo de Derechos Humanos recoge en su artículo 3 que "nadie podrá ser sometido a tortura ni a penas o tratos inhumanos o degradantes", y el tribunal de Estrasburgo declaró en julio de 2013 que la pena a cadena perpetua no revisable violaba ese artículo. Ya que la cárcel no es tortura y, en principio, tampoco es degradante, supongo que será porque consideran inhumano tener a alguien encerrado tantos años. Alemania (ya que tantos la miráis como ejemplo en los últimos años) tiene cadena perpetua revisable a los quince años, Francia a los 18 e Italia a los 26. También hay otros países a los que podéis mirar dentro de Europa: Islandia, Lituania, Malta, Holanda,Ucrania... que no revisan ni conceden la libertad condicional a condenados a perpetua. Así que, como resumen, la cadena perpetua es mala solo cuando no la revisas cada cierto tiempo, y Estrasburgo da por resuelta las dudas con un "la ley debe dar a los condenados en cadena perpetua esperanza y la posibilidad de ser liberados si se producen circunstancias en las que el castigo deja de estar justificado".

Atención a esta última frase, por favor. SI SE PRODUCEN CIRCUNSTANCIAS EN LAS QUE EL CASTIGO DEJA DE ESTAR JUSTIFICADO. El castigo deja de estar justificado, el castigo deja de estar justificado... Repito en mi cabeza una y otra vez la misma frase intentando encontrar los motivos por los que se te pueden levantar un castigo y, claro, se me ocurren muchos. Se te puede levantar el castigo porque te has dado cuenta de que has hecho algo que estaba mal, por arrepentimiento, por ejemplo, no quieres comer y tiras el plato al suelo, tu madre te castiga en tu cuarto sin salir. Al rato, te das cuenta de que, a pesar de que no querías comer, tirar el plato al suelo no era la mejor opción, sales, pides perdón y prometes no volver a hacerlo. El castigo deja de estar justificado porque ya has cumplido, has aprendido una lección y puedes volver a reinsertarte en tu familia sin peligro para nadie.

Se te puede levantar el castigo por buen comportamiento. Tu madre te ha castigo de forma indefinida sin salir a la calle porque no has recogido tu cuarto, así que, tras entender tu error, te dedicas a barrer, lavar los platos, tender, recoger la mesa... Hasta que tu madre se compadece de ti y entiende que has subsanado tu mal comportamiento, y te deja salir antes de que acabe el día. Al fin y al cabo, has entendido tu cagada, no lo volverás a hacer y has hecho méritos para demostrarlo.

Se te puede levantar el castigo porque ayudas de forma extraordinaria a evitar algo. También lo llamo el castigo evitado por chivato. Estás encerrado en tu cuarto porque, no sé, has roto el jarrón con el balón, y escuchas a tu hermano que va camino de la ventana a tirar toooooda la ropa interior de mamá. Corres, te chivas, y evitando ese problema te levantan el castigo, ya que has demostrado buena intención y actuar en favor de la ley.

A modo de resumen, se te levanta el castigo si te has dado cuenta de que lo hiciste mal en el pasado y no estás dispuesto a volver a caer en ese error, has demostrado tu buena fe y ahora colaboras con la justicia. Estás reinsertado en la sociedad, felicidades. De hecho, la Constitución no contempla la posibilidad de imponer penas que no vayan encaminadas totalmente hacia la reinsercción social, y ahora mismo el código penal no permite penas mayores de cuarenta años. En la práctica, la mayoría de presos consigue su tercer grado a la mitad de la condena.

Sé que este tema es muy complicado, en la legislación y en la conciencia, y no pretendo dar una clase magistral sobre él, ni mucho menos. La gran mayoría de los presos actuales probablemente no merezca penas tan largas, pero yo no estoy pensando en la gran mayoría (silenciosa, que diría Rajoy). Yo estoy pensando en Marta del Castillo, donde los autores confesos siguen riéndose de la familia y de la policía. Yo estoy pensando en Mari Luz Cortés, de cinco años, cuyo asesino estaba en la calle cuando ya había sido condenado por pederastia. Yo estoy pensando en Ciudad Lineal y sus cinco niñas raptadas para abusar de ellas. Yo estoy pensando en Ruth y José Bretón, de seis y dos años asesinados y quemados por su propio padre. Yo estoy pensando en Los Romanones con sus orgías y abusos a menores durante años. Yo estoy pensando en Josu Ternera, que atentó contra la casa cuartel de la Guardia Civil (entre otras lindezas) matando a once personas, entre ellas cinco niños. Yo estoy pensando en gente que desprecia la vida de los demás hasta el punto de que les da absolutamente igual torturar, violar y matar, y no solo no se arrepienten, sino que en muchas ocasiones se jactan de ello y aseguran que lo repetirían. Estos seres que no están, ni de lejos, preparados para volver a la sociedad sin ser un peligro para el resto.  ¿No merecen pudrirse en prisión? Para mí, sí.

Al etarra Bolinaga, que asesinó a tres guardias civiles y secuestró a Ortega Lara, lo excarcelaron en agosto de 2012 por un cáncer terminal y murió este enero rodeado de sus familiares. Al contrario que los tres guardias civiles a los que él mató, por cierto. ¿Motivos humanitarios? Mis cojones. Humanidad habría sido no asesinar por ideas políticas. Humanidad habría sido no secuestrar durante 532 días en un zulo penoso, húmedo, sin espacio para moverse, sin luz, sin apenas comer y teniendo que mear en el mismo orinal donde le daban el agua para lavarse. Que no tengan la cara dura de pedir la humanidad que ellos nunca mostraron. Volviendo a la frase importante del asunto: ¿el castigo deja de estar justificado por estar enfermo? No. Ni por estar muriéndote. No creo que tenga derecho a tener una muerte "digna" y con su familia aquel que se dedica a arrebatársela a los demás como los cobardes, por la espalda. ¿Que si me da pena? La pena tiene que sufrirla él.

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