miércoles, 25 de febrero de 2015

Sé el héroe

No todos los héroes llevan trajes ajustados de cuero ni máscaras para ocultar su identidad. No todos los héroes pueden volar, o escalar paredes o correr a la velocidad de la luz. Y no todos los héroes se enfrentan a villanos venidos de otros mundos, sino que se enfrentan a malvados de nuestra propia naturaleza.

Cada día, decenas de personas necesitan una transfusión de sangre en nuestro país. La sangre, a pesar de todos los avances de la medicina, sigue sin poder fabricarse, así que la donación sigue siendo la única forma de obtenerla. Y todos tenemos y necesitamos sangre, así que todos somos potenciales donantes y potenciales receptores. Si los motivos de solidaridad con el prójimo no te conmueven, si pensar que con cada donación puedes ayudar a tres personas distintas, si pensar que se eliminan cantidades de hierro que "sobran" en el organismo mejorando así el aparato circulatorio... si nada de esto te convence, al menos hazlo por un "quid pro quo". Al menos hazlo porque mañana puedes ser tú el que necesite que alguien te eche un cable, o una vena. O tu madre. O tu hijo. O tu hermano.

Se usa la sangre para muchas cosas, para los tratamientos de cáncer, para las cirugías, para los trasplantes de órganos... Pero si te crees todavía tan especial como para pensar que eso jamás lo vas a necesitar, piensa en los accidentes de tráfico. Hay uno cada pocos minutos. De hecho, en el mundo alguien muere por accidente de tráfico cada 25 segundos. Por pura estadística, por pura probabilidad, te puede tocar a ti o a alguien querido. Todos los días veo gente imprudente al volante, todos los días me cruzo con alguien que va usando el móvil y no mira la carretera, todos los días en la ruleta te puede tocar a ti cruzarte con esa persona.

No hace falta descolgarse del Empire State colgado de un hilo de telaraña, sortear tres autobuses, aterrizar en un furgón blindado y sacar a los atracadores por la puerta recién arrancada del conductor para ser un héroe. No hace falta usar tu fuerza sobrehumana para evitar el derrumbe de una presa que está a punto de colapsar e inundar una población pequeña llena de buenas gentes de campo y sus animales para ser un héroe. No hace falta ser un multimillonario huérfano con una empresa pionera en el campo de la armas y la investigación que sale por las noches en su coche tuneado y salva a gente a punto de ser atracada en callejones oscuros para ser un héroe. No hace falta tener entrenamiento paramilitar y colarte en una de las bases de una organización secreta arrasando con lo que encuentres para salvar a alguien para ser un héroe. Es mucho más sencillo que eso. Basta con dedicar media hora de tu vida 3 veces al año a tumbarte en una camilla y esperar a que te saquen 450 ml. de sangre aproximadamente. ¿Los requisitos? Ni máscaras, ni trajes entallados, ni poderes provenientes de arañas radioactivas. Solo tener entre 18 y 65 años y pesar más de 50 kilos.

Sencillo, rápido y prácticamente indoloro.

PD: Se me olvidaba una razón decisiva. Te dan refrescos, zumos y bollería.

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