jueves, 15 de mayo de 2014

"Tolerantes"

El próximo 17 de mayo es el día internacional contra la homofobia. El obispo de Málaga, Jesús Catalá, comparó el mes pasado en el SEK (San Estanislao de Kotska, un colegio de capillitas, para lo que no seáis de Málaga), el matrimonio homosexual con la unión entre un hombre y un perro o un bebé y un anciano (y de esto último en la Iglesia saben más que en ningún otro lugar). El cardenal Fernando Sebastían (también de Málaga, vergüenza me da decirlo) mantenía hace un par de años (y me atrevería a apostar mucho dinero a que aún lo sigue manteniendo) que "la homosexualidad es una enfermedad que podría paliarse con un tratamiento médico".

No es algo que deba extrañar a nadie. Reig Pla, obispo de Alcalá de Henares, soltó en La 2 de TVE (la televisión pública siempre tan conciliadora con la sociedad...) que "desde niños piensan que tienen atracción hacia personas de su mismo sexo y, por comprobarlo se corrompen y prostituyen". La televisión privada también tuvo su momento de oro con un cura de León (Jesús Calvo) en Cuatro diciendo que los homosexuales "se aparten de los demás, no sea que contagien a otros".

Pero, ¿qué vais a esperar de una institución como la Iglesia? Corrupta desde hace más años de los que puedo contar. Todos los que me conocéis sabéis que mi relación con el catolicismo es casi como la de un yankee y un yihadista, pero que yo despotrique de forma habitual contra la Santa Sede no debería servir para que todos mis argumentos sean invalidados. La caza de brujas, la "Santa" Inquisición, las guerras santas, las cruzadas, el intento de quemar vivo a Galileo por decir que la Tierra giraba alrededor del sol, le destrucción y desvalorización de cualquier religión que no sea la suya (y mucho peor en el caso de las politeistas), la interpretación cual guionista de HBO con Juego de Tronos de las escrituras (o sea, muy muy muy libre)... Y no seguiré porque el tema da para varios posts y por mi boca podría empezar a salir espuma si lo pienso demasiado.

Así que bueno, los ataques de la religión a los homosexuales no me sorprenden. Lo que sí me sorprende (y me molesta hasta el punto de destrozar mi aprecio por ciertas personas) son los "tolerantes". Los síperono. Sí, estas personas que se consideran culta e instruidas, algunas de ellas con carrera e incluso máster (algún día asumiremos que la formación universitaria no implica inteligencia), y dicen que "toleran" la homosexualidad.

Primero, ¿tolerar? Se toleran los dolores o las situaciones que te joden. Se tolera un resfriado. Se tolera un crío con una pelota a las cuatro de la tarde. Pero nadie tiene que tolerar los gustos sexuales de otra persona. Lo que haga la gente de cintura para abajo son sus historias, no las mías. Segundo, ¿pecado? Pecado es querer herir a otras personas innecesariamente. El resto de pecados son inventos idiotas para tenernos controlados.

Hace relativamente poco tiempo he tenido el gran privilegio de vivir varias situaciones que... bueno, dicen mucho de la clase de personas que aún pululan por ahí camufladas. Personas que van de mente abierta, de mente liberada de prejuicios y "buenrrollismo" con otras formas de pensar y de vivir. Y UN CARAJO. Pura fachada. Y esas son, a mi parecer, las peores, las hipócritas. Porque te puedes encontrar con un garrulo que piense que es una enfermedad, pero los ves venir de frente, como a los meapilas. Pero los que parecen personas sensatas y un día cualquiera te das cuenta de que tienen la mente atrasada en el siglo XVI... Son las que me dan miedo. Los que les parece muy bien la homosexualidad mientras no les pille cerca.

Hace un par de semanas, sentada en un bar, escuché a un tipo diciendo que "las relaciones homosexuales son antinaturales, porque el cuerpo humano está creado para concebir, y para concebir se necesita un hombre y una mujer". Y prometo que no iba borracho. Deduzco entonces que todas sus relaciones van encaminadas a procrear y que lo de los orgasmos, por ejemplo, es un artificio innecesario, ya que, oye, se puede, pero el cuerpo está hecho para tener hijos ¿no?

¿Algún día nos daremos cuenta de que si fuera por las "leyes naturales" jamás viviríamos en sociedad? La ley de la naturaleza nos impediría cuidar de nuestros ancianos, porque ya no son útiles. Y de las personas discapacitadas. Y de la mitad de la morralla que recorre nuestras calles con la mente enfermiza. La naturaleza es básica. Muy básica. Como la mente de algunas personas. Y si nos ponemos en plan pro-natura... el cuerpo humano también está creado para dar y proporcionar placer. Y si no ya me diréis la utilidad biológica de un abrazo...

Este tema es demasiado profundo para resumirlo en un post, por supuesto. Hay innumerables argumentos para tirar por tierra todas las teorías de los homófobos y de los "tolerantes". Pero el mayor argumento de todos es ilógico. ¿Quién ha elegido de quién enamorarse?

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